Me encontré la novela de Antoine Bello, Elogio de la pieza ausente, en cuya cuarta de forros se asegura una inteligencia perequiana (es decir, similar a la de George Perec), especialmente por el tema del puzzle (en español: rompecabezas). Al final, la novela de Bello resulta en un rato agradable no necesariamente lleno de diversión, pues por momentos la escritura se vuelve plana y el final no es tan emocionante como uno lo esperaría. Lo bueno es que sí quedan ciertas ganas de ir y armar unos cuantos rompecabezas, o bien leer a Perec, que poco tiene que ver con este libro.