febrero 15, 2010

Que sí, Queneau


Si usted, como yo, es ocioso y terco, disfrutará la lectura de los Ejercicios de estilo (Cátedra, 1989) de Raymond Queneau (que, como se sabe, se pronuncia Que-no). Este libro trata una historia simple: Alguien (el narrador) ve en el autobús a un muchacho de unos 26 años con sombrero y cuello muy largo, quien increpa a un hombre algo mayor diciéndole que cada vez que los pasajeros suben o bajan del autobús le pisa los pies. Luego, el muchacho se lanza a un asiento que ha quedado libre. Un rato más tarde el narrador vuelve a ver al muchacho en la estación Saint-Lazare conversando con un amigo que le aconseja añadir un botón a su abrigo.


El ocio y la terquedad aparecen cuando esta historia es repetida 99 (noventa y nueve) veces, cada una con un estilo diferente. Este libro es uno de los más concidos de Queneau, y es un ejemplo de lo que, unos años más tarde, escribirían los miembros del famoso OuLiPo, fundado por el propio Queneau.