octubre 16, 2009

Juan Rulfo, primera novela

Cuelgo acá una noticia que estamos celebrando desde hace varios días:
Jaime Mauricio Panqueva Bernal Escritor de relatos, nacido en Colombia y nacionalizado en México, donde reside desde hace más de seis años. Es ganador del Premio Juan Rulfo a Primera Novela 2009, convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes a través de la Coordinación Nacional de Literatura, el Gobierno de los Estados de Tlaxcala y Puebla a través del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura y la Secretaría de Cultura, respectivamente.

En base al dictamen emitido el pasado 2 de octubre, por Eve Gil, Pedro Ángel Palou y Guillermo Vega Zaragoza, jurado calificador del premio, decidió otorgar el premio por unanimidad al trabajo titulado “Tribulaciones de Chinos en Indias”, presentada bajo el seudónimo “Julio González de Mier” por Jaime Mauricio Panqueva Bernal, por considerarla una novela arriesgada en su planteamiento dueña de una gran investigación histórica y cuyo argumento mezcla diversas tradiciones narrativas y un excepcional manejo de los diálogos en un relato sobre la Colonia y varios de sus personajes más conspicuos.

[...]

De igual forma, el jurado decidió otorgar dos menciones honoríficas a las novelas: Moho, presentada bajo el seudónimo Creta Kanoo por Paulette Jonguitud Acosta, debido a su ingenio y humor negro y a La Fauna de las tinieblas, presentada con el seudónimo Frank Zafka por Moisés Ramírez que tiene una prosa depurada de tintes clásicos, ampliamente recomendable para su publicación.

octubre 13, 2009

De viaje

Voy en carretera (acá una foto muy movida que lo prueba). Mientras regreso dejo un cuestionario que me hicieron en Provincia y que salió hace un par de semanas. En realidad no estoy seguro de la fecha.

¿Cuál es la felicidad perfecta?

La felicidad no puede ser perfecta. Me gusta pensar en grados, y sobre todo en momentos de felicidad; pero no creo en la idea de alcanzar la felicidad perfecta o duradera. También me gusta la tristeza.

¿Su miedo más grande?

No saber qué responder cuando me preguntan algo.

¿El rasgo que más deplora de sí mismo?

Mi aburrimiento incurable.

¿El rasgo que más deplora de los demás?

El desinterés por el idioma y la incapacidad de establecer una comunicación real, es decir profunda.

¿Cómo sería su epitafio?

Usted está aquí. Yo no.

¿A qué huele su infancia?

A hojas caídas y carreteras.

¿Qué parte de su cuerpo le gusta más?

Las manos. De algún modo también me recuerdan mi infancia.

¿Cualidad que más admira de una mujer?

La franqueza. La honestidad con ella misma.

¿Cualidad que más admira de un hombre?

ídem (con él mismo)

¿Cuál es la frase o palabra que más repite?

"¿No?" Al final de ciertas frases, ¿no?

¿Idea de la muerte?

"Ese jarrón con flores pintadas a mano que uno jamás se detiene a ver."

¿Cuál es su vicio?

¡La blackberry! (Respondo a estas preguntas en ella)

¿Qué lo hace decir estoy hasta la madre?
El calor. La negligencia. La espera. Los pantalones apretados.

¿Qué canción le viene a la mente cuando está triste?

No me vienen canciones sino imágenes diversas de lejanía.

¿Qué es la amistad?

La prueba irrefutable de que no estamos solos en el universo.

¿A quién o a qué ama más?

Para mí el amor no tiene jerarquías; tal vez formas. Se ama siempre de distintas formas o maneras.

¿Cuál sería un buen insulto?

¡Diablos! No sé insultar. Prefiero la ironía y el sarcasmo. La burla pura y dura. A lo mejor eso también es un insulto. Ello explicaría ciertas enemistades que sin duda me he granjeado.

octubre 10, 2009

El Nobel, ¿para qué?

Encontré en Revista Ñ un artículo titulado ¿Para qué sirve el Premio Nobel? y aunque no se da una respuesta, bien podemos intuirla. Va un extracto del artículo:

La excelencia en la literatura es subjetiva. No podría ser de otra manera. La literatura no descubre nada. O sí: descubre la vida. La que vivimos todos, yendo al trabajo, tomando café, enterrando nuestros muertos... Los grandes escritores, premiados o no, son los que nos dan vida con su obra. Que crean con letras sobre papel un simulacro de la vida tan potente que casi se parece más a la vida que la vida misma.

El problema, al fin, del Premio Nobel, es que ya nos dejó de sorprender (e, irónicamente, si hay una cualidad que comparte toda la gran literatura es aquella de sorprender). O se le otorga a una eminencia gris que se lo merece de sobras (en la lista de esta categoría que aún esperan el premio, los conocemos a todos: Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Milan Kundera, Philip Roth, Don Delillo...); o se le da a un escritor o escritora que –francamente– es de muy poca trascendencia (lo que no significa que sea mala escritora). Como es el caso este año con Herta Müler.

octubre 09, 2009

Nueva guerra de mundos



Hace unas horas, a las 6:30 am, veía en la televisión el "bombardeo" a la luna, que se hizo para buscar agua. Me preguntaba si los marcianos nos responderían, pero ahora que lo pienso, me parecería más interesante y divertido que la misma luna nos respondiera desmoronándose, como en La máquina del tiempo. Nos vendría bien una nueva Cosmicómica a lo Calvino para empezar a habituarnos a estas nuevas relaciones con la luna. A lo mejor resulta que un día volvemos a estar cerca de ella, de su líquido lechoso y sus paseos.

Acá la cosmicómica breve (twitter breve):

De pronto la lluvia lunar cesó y el polvo fue cubriendo la Tierra. W'(gh) se frotaba los ojos. La noche se apagó completamente.