octubre 29, 2010

Burolencia

No veo nada ante mí... ninguna esperanza. Todo para mí ha terminado, nada quiere iniciarse. ¿Un balance? Después de tantos años, intensos a pesar de todo, laboriosos a pesar de todo... ¿quién soy? Un empleadito cansado por siete horas de burolencia, cuyas pretenciones de escribir han sido ahogadas. No puedo escribir sino este diario. Todo se ha ido al diablo debido a que día tras día, durante siete horas, realizo el asesinato de mi propio tiempo.


Witold Gombrowicz, Diario argentino.

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